Ayer, 26 de Febrero se conmemoraban 40 años de uno de los más significativos logros del Movimiento Universitario; el programa mínimo.

Ante esto cabe preguntarse cuál es la labor de los estudiantes hoy en día cuando la situación de la Universidad pide a gritos su movilización y organización para exigir el cumplimiento de un DERECHO y no un servicio, como lo han querido hacer ver los últimos gobiernos, con sus nefastas legislaciones sobre educación.

Desde la imposición de la Ley 30/92 empezó un largo camino de des financiación y descuido por parte del gobierno para la educación pública que hoy la tiene penando ante las migajas tanto del Estado como de la empresa privada que lo único que pretende es funciónalizarla ante sus intereses. (Hoy se habla de una posible reforma que lo único que hará es profundizar sus consecuencias y avanzar rápidamente en el camino de la privatización)

Es necesario reflexionar sobre el verdadero sentido de la Universidad, pues si no es para la creación de conocimiento de frente a las verdaderas necesidades y problemáticas del país, pareciera una institución si no inútil, totalmente carente de sentido.

Es la misma forma en que la Universidad se relaciona y vincula con la sociedad la que la legítima y la justifica, su articulación con el país debe ser solidaria y la figura de extensión un estimulo para el desarrollo y la acción social, sin embargo el "lenguaje empresarial" que se está introduciendo en el discurso de la educación exige que se trabaje siempre en competitividad (como si el aprendizaje y el conocimiento fuera cosa de ganadores sobre perdedores) y no en la cooperación, dejando de lado la formación básica del pregrado para buscar recursos en los postgrados y programas de investigación que sirvan a los consorcios y empresas.

¿Será necesario recordarle a quienes están dictando este modelo gerencial de universidad que antes de funcionar para la venta y compra de servicios, la misión de esta es ante todo la formación de ciudadanos mayores de edad en el sentido kantiano, responsables social, cultural y científicamente, por el entorno donde viven?. Peor aún, ¿será necesario recordárselo a la comunidad universitaria?

Si bien es cierto que la educación hace parte de la estructura social, hay una mayor responsabilidad en ella, y es que se tiene que sobreponer a la misma para influirla y transformarla a través de la producción de conocimiento. Sus miembros, deben ser conscientes de su papel transformador y tomar una postura crítica ante las figuras y modelos que se han impuesto. Esto no se podrá lograr si se permite profundizar la relación Universidad-Empresa que abandera el gobierno, pues la Universidad debe ser totalmente autónoma para cumplir la función ontológica que intento describir en estas líneas.

Han sido 40 años después de lograr el programa mínimo, y sabiendo que el movimiento universitario ha sido fuertemente golpeado por la represión y el miedo, no nos podemos quedar de brazos cruzados dejando que las luchas que se han hecho antes de nosotros sean en vano, sobretodo, no debemos dejar que quienes pretenden de la educación una mina de oro para sus bolsillos, digan cómo debemos ser educados y ante todo, debemos reivindicar la universidad, y la educación misma como un instrumento de cambio en una sociedad, tan robada de sus propios derechos como, la colombiana.


Presupuesto, presupuesto para la educación. No más armas ni dinero para la represión.




Va siendo hora de defender tod@s unid@s lo que por derecho nos corresponde.


Yo soy un hombre sincero - José Martí

No he tenido tiempo para hacer una entrada decente,
pero les quiero compartir estos versos de un hombre que
nos pertenece a toda Latinoamerica
¡Disfruten!


YO SOY UN HOMBRE SINCERO...

Yo soy un hombre sincero
De donde crece la palma,
Y antes de morirme quiero
Echar mis versos del alma.

Yo vengo de todas partes,
Y hacia todas partes voy:
Arte soy entre las artes,
En los montes, monte soy.

Yo sé los nombres extraños
De las yerbas y las flores,
Y de mortales engaños,
Y de sublimes dolores.

Yo he visto en la noche oscura
Llover sobre mi cabeza
Los rayos de lumbre pura
De la divina belleza.

Alas nacer vi en los hombros
De las mujeres hermosas:
Y salir de los escombros,
Volando las mariposas.

He visto vivir a un hombre
Con el puñal al costado,
Sin decir jamás el nombre
De aquella que lo ha matado.

Rápida, como un reflejo,
Dos veces vi el alma, dos:
Cuando murió el pobre viejo(*),
Cuando ella me dijo adiós(**).

Temblé una vez —en la reja,
A la entrada de la viña,—
Cuando la bárbara abeja
Picó en la frente a mi niña.

Gocé una vez, de tal suerte
Que gocé cual nunca:—cuando
La sentencia de mi muerte
Leyó el alcalde llorando.

Oigo un suspiro, a través
De las tierras y la mar,
Y no es un suspiro,—es
Que mi hijo va a despertar.

Si dicen que del joyero
Tome la joya mejor,
Tomo a un amigo sincero
Y pongo a un lado el amor.

Yo he visto al águila herida
Volar al azul sereno,
Y morir en su guarida
La vibora del veneno.

Yo sé bien que cuando el mundo
Cede, lívido, al descanso,
Sobre el silencio profundo
Murmura el arroyo manso.

Yo he puesto la mano osada,
De horror y júbilo yerta,
Sobre la estrella apagada
Que cayó frente a mi puerta.

Oculto en mi pecho bravo
La pena que me lo hiere:
El hijo de un pueblo esclavo
Vive por él, calla y muere.

Todo es hermoso y constante,
Todo es música y razón,
Y todo, como el diamante,
Antes que luz es carbón.

Yo sé que el necio se entierra
Con gran lujo y con gran llanto.
Y que no hay fruta en la tierra
Como la del camposanto.

Callo, y entiendo, y me quito
La pompa del rimador:
Cuelgo de un árbol marchito
Mi muceta de doctor.

Las demandas de la Universidad pública.

Esta semana se aprobó el presupuesto general de la nación y como siempre los y las estudiantes de la universidad pública nos vimos obligados y obligadas a salir a las calles para exigir un presupuesto digno para nuestra educación.

El problema es que todos los años parece ser la misma historia, y las cosas no mejoran, de hecho parecen empeorar, esta vez hubo una reducción de 7.47% al precario presupuesto que ni siquiera se le ha desembolsado apropiadamente este año a las universidades, a eso hay que sumarle el déficit de aproximadamente medio billón de pesos (sino, es mayor) y la reiterada intención de reformar los artículos 86 y 87 (referentes a presupuesto) de la Ley 30 (que en su forma original no es la más favorable para las necesidades de la educación).

Este debate sobre financiación, no se queda ahí, en unos cuantos millones que no se están recibiendo (o mas bien, que nos están quitando), hay que analizar las consecuencias que esto tiene para el estudiantado y para la concepción misma de lo que debería ser la universidad publica.

El recorte de recursos, es obviamente, el camino seguro para una paulatina privatización de las universidades, si el estado no da lo que otrora diera para su mantenimiento, las instituciones educativas se ven obligadas a buscar financiamiento por sus propios medios para no cerrarse y la forma más fácil es el aumento de las matriculas, no olvidar que en la Universidad del Atlántico, después de impuesta la reforma de la "Revolución Educativa" estas subieron hasta 400% haciéndolas imposibles de pagar para personas de los estratos mas bajos.

Igualmente la exigencia de cobertura para "ganarse" el cubrimiento financiero del estado es totalmente negligente con la calidad educativa, pues de nada le sirve al país entrar más estudiantes a las universidades si no hay las condiciones pertinentes para que, de hecho, vayan a aprender algo; mas estudiantes con menos profesores o con profesores que no pueden atender las miles de dudas que estos tengan, no funciona, mas estudiantes con las mismas aulas, no funciona, más estudiantes sin garantías de bienestar para que se puedan concentrar en sus estudios, tampoco funciona. Vean el caso de la Universidad de Pamplona que fue la hija para mostrar de este cinico proyecto educativo, y ahora esta en la completa quiebra.

Señores y señoras del gobierno, parecen olvidar que la educación es ante todo un derecho y no un negocio, donde las universidades tengan que hacer contrataciones con empresas privadas para financiar los proyectos que estas quieran desarrollar (no los que los y las estudiantes propongan), esto en especifico es un atentado contra la autonomía que constitucionalmente tienen estos centros educativos. Muchos menos la educación es una excusa para sacar instituciones de crédito, donde por querer estudiar se castigue a los "beneficiarios" con deudas exorbitantes que estén pagando el resto de su vida profesional.

El gobierno, desde hace años, parece estar en una campaña decidida a precarizar la educación de la población colombiana, sin embargo, sin las movilizaciones y protestas que los y las estudiantes hemos hecho, no me imagino el panorama que estaríamos contemplando ahora, por más que la ideología gubernamental impuesta en los últimos años pretenda criminalizar al movimiento estudiantil, es no mas lógico que este se levante, se pare, y haga escándalo ante las situaciones que se han presentado. Somos jóvenes, es cierto, pero no bobos, y mientras no se garanticen las condiciones apropiadas para aprender bien, no nos dejaremos de movilizar y exigir nuestros derechos.

¡Viva la U!

Apendice: Este concepto de Revolución Educativa, me enferma, pero no esta mal aplicado, revolución se refiere al cambio de paradigma en un orden especifico, en este caso están cambiando el paradigma de conocimiento y aprendizaje de la educación por el de funcionalismo al mercado de las personas que estudian, sin saber siquiera, que esta pasando a su alrededor en el mundo real. ¡Bien hecho!... ¡Que bonita revolución!